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martes, 5 de octubre de 2010

Viajar en tren por Ucrania


Ucrania tiene una extensa red de ferrocarril con unos trenes tan lentos que un viaje que en España duraría dos horas, aquí tarda el doble.
He viajado en tren por Ucrania en varias ocasiones, os cuento mi experiencia.

Invierno:

LvivKiev. 542 km en 10 horas; 9,5€.
Mi amiga Mariya, de Lviv, me acompañó a comprar los billetes, más bien lo hizo todo ella, porque al haber distintas clases de billetes, prefirió pedirlos antes de que me confundiera. En vez de ir a la estación, fuimos a la Oficina de trenes en Lviv (Hnatiuka Street, 20) y adquirimos una cama en pasillo para viajar en un tren nocturno.
Fui con mi amiga a la estación y subió para acompañarme hasta que arrancó. Aunque afuera hacía -20ºC y en el tramo entre la sala de pasajeros y el tren se me habían congelado las manos, en el interior hacía hasta calor. Me quité las capas de cebolla e intenté entablar conversación con el señor de enfrente. No fue posible.
Con antifaz y tapones dormí muy bien: temperatura agradable, sábanas, almohada y manta. Por la mañana pasó una señora vendiendo café solo.


Verano:
KievSimferopol (capital de la Península de Crimea). Unos 800km, 16 horas.
Comprar los billetes no fue tan fácil. Mi amiga Hanna, de Mlyniv pero residente en Kiev, me dijo antes de que llegara a Ucrania, que no quedaban billetes pero que le taquillera le había dicho que si íbamos un día a primera hora a la estación, podríamos adquirir anulaciones.
Lo mejor es hacerlo desde la web, pero nosotros no lo hicimos así.
Fuimos a la estación con un poco de miedo, pues si nos quedábamos sin trenes, nos quedaba un eterno autobús más lento, si cabe, que el tren. Bonita estación, por cierto.
Tras esperar un buen rato en una fila, nos enviaron a otra.
Como aquí rara vez los taquilleros saben inglés, Hanna se ocupó de pedir los billetes. En esta segunda ocasión la empleada contestó lo siguiente al preguntar sobre los trenes a Simferopol.

-Esta información tiene un precio.

Hanna sacó unos pocos grivnias y la señora imprimió una hoja en ucraniano.
Volvimos a otra taquilla y nos dijeron que esa información era errónea. ¿Teníamos que haber pagado más?
Tuvimos suerte porque justo quedaban dos plazas, aunque en diferentes vagones.
Los compartimentos eran para cuatro personas, cada una con su cama.


Coincidimos con una madre y su hijo Vanja. Nos contó que ahora vivían en Canadá y que el niño había pasado curso, cosa muy sorprendente para ella pues Vanja tuvo que aprender inglés en dos meses y era muy revoltoso. Es verdad, era muy difícil hacerle una foto y que no saliera movida. El vagón estaba lleno de niños correteando y estuvimos un rato jugando con ellos. Tanto adultos como pequeños se quitaban las camisetas, se echaban agua y se agolpaban a las ventanas mendigando briznas de aire, pues la temperatura en el tren era altísima.
Nos dimos cuenta de que no había cafetería, pero sí un cuarto en el que una señora vendía agua, chocolatinas, te y café.
Durante las múltiples paradas que hacía el tren se podía bajar a estirar las piernas y los comerciantes aprovechaban para vender sus productos a los viajeros. Abundaban las frutas, las cervezas y las ristras de pescados secos, los cuales la madre de Vanja nos aconsejó no probar porque podían contener gusanos.
Le dijimos que nosotros habíamos comprado los billetes el día anterior y se sorprendió mucho. Nos contó que la gente reserva meses antes, planeando las vacaciones de verano.
Después señaló que habíamos sido muy inocentes pensando que encontraríamos plaza, pero que “como sois personas abiertas al mundo, el mundo se ha abierto a vosotros”.
Hacia las diez, los niños se cansaron de correr y gritar y se quedaron dormidos. Nosotros también.



SebastopolOdessa. 550km, 12 horas.
Un viaje tranquilo, esta vez funcionaba un poco el aire acondicionado. Pero como veis, muchas horas para tan poco trayecto.

Tener paciencia y comprar los billetes con un poco de antelación, son requisitos indispensables.
Además aconsejo conocer el alfabeto cirílico y subir con comida y agua, pues puede que en el tren no haya.
¡Buen viaje!

7 comentarios:

Paco Sales dijo...

Ha sido un placer realizar este viaje en tren, las de cosas que uno se entera, espero tu próximo viaje para acompañarte, un saludo

Bleid dijo...

Que gran experiencia y que de pelicula
la verdad que siempre he creido que en los transportes terrestres publicos es cuando conoces a un pais de verdad
gran entrada
un abrazo

Fran Soler dijo...

Magnífica información sobre este medio de transporte en Ucrania. Muchas gracias por compartirla con nosotros.
Saludos
Fran

Atlanta dijo...

te sigo hace tiempo, y me parece increible lo que escribes, lo que has vivido y como nos lo cuentas. Gracias a blog como el tuyo he dado un paso y he creado el mio, aunque estoy empezando. Espero que me visites también! jejeje
http://viajandoalos30.blogspot.com/

Paco Piniella dijo...

Yo hice de Dniepropetrovsk a Kiev toda la noche en literas, el aire acondicionado no tiraba mucho. Pero este verano ha sido especial en Ucrania no se conocía otro así de caluroso.
Saludos viajeros

Unknown dijo...

Hola, me llamo Alex
Vivo en Kiev, Ucrania. Soy interprete de ingles y espanol. Estoy haciendo excurciones, ayudo buscar las novias, familiares.

e-mail: alex.yakimenko @ gmail.com
tel. +38 066 1962100

Ines_tables dijo...

Paco Sales: Los trenes ucranianos son todo un mundo.

Bleid: Sobre todo si van tan lentos, jeje.

Fran:De nada, Fran. Ha sido un plaecer.

Atlanta: Claro que te visito, así que te vas a estudiar a Cambridge, eh? Podrías poner laguna foto en tus artículos. Un saludo!

Paco: Pues aún tuviste suerte de que funcionara el aire. Se veía que efectivamente estas temperatura sno eran normales, ya que la gente no estaba nada acostumbrada.

Alex: no necesito novia, tampoco necesito novia con la que no pueda hablar ni en español ni en inglés.