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jueves, 15 de abril de 2010

CESKY KRUMLOV, República Checa


Con el mismo coche con el que fuimos a Hallstatt nos dirigimos Jarris, Fernando y yo a Cesky Krumlov, en la República Checa. Poco después de arrancar, se puso a nevar como si fuera el fin del mundo, algo inusual en abril, pero conseguimos llegar al destino.



Me gusta atravesar las fronteras por tierra. A veces se ven cosas curiosas en la línea imaginaria que divide los países. En este caso la frontera es bastante ancha y en esa “tierra de nadie” comprendida ente la cara austriaca de la frontera y la cara checa había un casino (de color azul).

Llegamos al Hostal Skippy, cuya dueña canta y toca la guitarra.


La terraza da al río Moldava y en verano la gente se tira directamente al agua y se pueden alquilar canoas para dar paseos a lo largo del pueblo, o incluso, llegar hasta Praga.



Como llegamos un poco tarde, nos fuimos a cenar y a tomar unas cervezas. Probablemente el bar más animado sea el del hostal Travellers. No sólo acuden ahí los mochileros que se hospedan sino también la gente del lugar.

Al día siguiente decidimos ignorar nuestra resaca y visitar el pueblo a fondo. Pero cómo la voy a olvidar si hasta las alcantarillas llevan vodka.



Cesky Krumlov es una pequeña ciudad, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que fue edificada en torno a un castillo del siglo XIII que posee elementos arquitectónicos de estilo gótico, renacentista y barroco.

Cesky Krumlov ha conservado su patrimonio arquitectónico que se puede admirar en cada calle y en cada esquina. Casas cuidadosamente decoradas, suelos adoquinados, parques y lugares en donde admirar

las vistas.



Visitamos el castillo en donde además, pueden verse osos. De repente se puso a nevar pelotas, como una mezcla de nieve y granizo que parecía porexpan pero más denso; después saldría el sol. El tiempo está loco.



Fuimos a comer a un restaurante medieval, Tavern Šatlava, en donde por poco dinero nos hinchamos con una degustación de carnes. Así sí.




El resto de la tarde la pasamos paseando tranquilamente y haciendo fotos, como los numerosos japoneses que visitan la ciudad. Probablemente este pueblo se haya promocionado en Japón y no es de extrañar; estos turistas son educados, tienen dinero y no la lían por la noche.

Skippy nos había dicho que los viernes se puede escuchar música gitana en vivo en el restaurante Cikánská Jizba, así que fuimos ahí a cenar.





El concierto fue interrumpido por la entrada de un hombre con un elevadísimo nivel etílico. He ido cuatro veces a San Fermín y ni ahí he visto gente con semejante borrachera como la de este checo. El hombre iba a acompañado por su mejor amigo, un perro que aullaba cuando tocaban el clarinete. Entre el perro y el hombre gritando, no había manera de dar un concierto en condiciones. Pero esto no es todo.

Como era de esperar, el borracho se cayó al suelo. Mientras lo levantaban el perro le chupaba la boca, el hombre sacaba la lengua y los clientes se tapaban la cara para no ver este grotesco espectáculo.

Le echaron del bar (y al perro también, que no me extrañaría que hubiera bebido).

Después de cenar fuimos al Travellers, en donde también había música en vivo y -¡oh, no!-, el borracho y el perro dando la lata. Yo no duré mucho porque el día anterior había bebido en exceso y me fui a dormir al hostal, pero mis amigos se quedaron más rato en el bar. Presenciaron algo aún más impactante que la escena de amor perruna. Una chica se enfadó con un tipo y le tiró una jarra de cerveza a la cara. Lo normal sería arrojar sólo el contenido; pero no, ella lanzó contra la cara del chico la jarra de vidrio entera. Ésta se rompió y comenzó a salir sangre de la cara.

La chica huyó.

Y más tarde expulsarían del bar al borracho y al perro.




Espero que por culpa de este relato no os de miedo ir a Cesky Krumlov. Este pueblo es precioso y tiene muchos encantos, por algo es la segunda vez que lo visita Fernando, la tercera vez para Jarris y la primera para mí, aunque probablemente vuelva para hacer el gañán con las canoas.




11 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando estuve en Praga hice una excursión a Karlovy Vary y descarté Cesky Krumlov. Ya lo lamentaba pero después de leer tu post el sentimiento ha aumentado. Algún día nos quitaremos la espina.

Jose, desde Valladolid.

Miguelo dijo...

se puede pagar con euros alli??? es una duda q se me acaba de ocurrir

Ines_tables dijo...

Anónimo, a mí me pasó lo mismo. Hace dos años estuve en Praga, Plzen y Cesky Budejovice, pero como no sabía ni de la existencia de Cesky Krumlov, la dejé pasar. Pero ya ves que siempre se puede venir.

Miguelo: sí que se puede pagar en euros pero conviene hacerlo en coronas porque te pueden hacer el cambio parriba.

cincuentones dijo...

Ines, que bueno poder viajar tanto, muy bonito el pueblo de Cesky Krumlov y los hostales muy típicos.

Gracias por compartirlo.

MIGUEL NONAY dijo...

Precioso este lugar, como el resto de la República Checa.

Tienes razón al hablar de lo positivo que es atravesar las fronteras por tierra, donde encuentras tierras difuminadas en algunos lugares y cambios radicales en otros.

Juer el checo cogorzón, que crack¡¡¡
Besos guapa¡¡¡


A Salto De Mata

Esther dijo...

Ala! qué bonito, me lo apunto para el viaje que tengo pendiente a la Rep. Checa

Laura RS dijo...

Guapa! Pero es que no has parado! Que viajecito mas bueno!! Además nos has descubierto zonas "desconocidas".

Besos!
Viaje al atardecer
All About Cities

Ines_tables dijo...

Cincuentones: No si tampoco viajo tanto, lo que pasa es que Cesky está más o menos cerca de Salzburgo.

Miguel: Sí, a eso me refiero, que por una línea política a veces cambia hasta el paisaje.

Rehtse: Claro, apúntatelo, yo creo que es el pueblo más bonito.

Laura: Sí, desconocidas jaja. Tampoco voy con el machete por la jungla eh, :)

咪叩~ dijo...
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