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martes, 6 de octubre de 2009

JURMALA, Letonia


Jurmala significa “playa” en letón, ni que no hubiera más costa en todo el país. Pero seguro que es la más visitada por su proximidad con la capital, Riga. Es una escapada casi obligatoria si hace buen tiempo, pues está sólo a media hora en tren de Riga. Como nos habíamos hecho amiguicos, nos fuimos medio hostal en plan rebaño a pasar el día a Jurmala.



Por las casas que rodean el camino a la playa, se nota que es una zona de veraneo para gente adinerada. También hay hoteles, restaurantes; y en la misma playa abundan los chiringuitos. En seguida nos lanzamos a la cerveza y adoptando una actitud infantiloide (fruto de lo inmediatamente anterior mencionado) nos dedicamos a enterrar gente y demás chorradas que se pueden hacer con la arena.



Yo además me lancé al agua. Ya que estoy ante el mar Báltico y no sé cuándo volveré, qué mejor que darse un chapuzón. Sorprendentemente el agua no esta fría. En seguida la comparé con las aguas del Cantábrico, quizá porque en una de sus playas (Sopelana) he pasado media infancia; y puedo asegurar que ésta está considerablemente más fría. Pero esto no es todo, el agua de Jurmala casi no tiene sal. Curioso. Bueno a mí me parece curioso, no sé a vosotros. También estuvimos jugando a volley, pues gente había de sobra para formar equipos.



A la vuelta, llevábamos un cachondeo que debíamos llamar la atención. Mi amigo ucraniano, la azerbayana y yo no nos sentamos en unos asientos libres junto a una chica. Ella nos miraba y se reía de vez en cuando. De pronto se agachó y abrió su mochila. Sacó un pasador de pelo y me lo entregó. Dijo algo en su idioma. El ucraniano me miró patidifuso. “¿Lo has entendido?, ¿Qué ha dicho?”
Me lo tradujo como “Te regalo esto porque me has liberado de sentimientos negativos”. No sé qué había hecho para lograr aquello, pero me pareció bien. Se lo agradecí y me puse el pasador, a ver si me da suerte.



Esa noche nos volvimos a juntar todos (un poco rojizos) y aparte de seguir bebiendo, comimos Pelmeni, que es una comida típica de Ucrania. Parecido a los tortellinis.
Yo no salí por la noche con el propósito de estar al día siguiente en buen estado para viajar a Tartu. No lo conseguí, pues hubo una inevitable fiesta en el hostal.

6 comentarios:

Alejandra Garcia dijo...

Que bonita la história de la cgica que te regaló el pasador!! y la playa que chula, esta claro que lo pasastes genial!
un saludo!

Javier Adán dijo...

Muy bueno tu post.

MIGUEL NONAY dijo...

Hola Ines:
Veo que sigues en forma.
Excelente post, lleno de frescura y dinamismo.
Muy bella la historia del pasado.
Aprovecho para decirte que he A SALTO DE MATA ha pasado a ser página web.
www.asaltodemata.com
Besos desde Zaragoza.
Miguel NA
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www.asaltodemata.com

Anónimo dijo...

Estimada señorita:
Es mi humilde deseo invitarla a las sucesivas entradas que iré dosificando a lo largo de las próximas semanas en torno a una obra que según parece también es de su agrado: El Principito.
No sólo se tratará de un mero “refrito”, todo lo contrario, juntos intentaremos profundizar en el significado esencial de esta novelita falsamente calificada en ciertos ámbitos académicos de “infantil”.
Espero que le guste el enfoque que adoptará esta especie de ensayo, si me permite llamarlo así.
Un saludo de éste quien le escribe desde las canarias.

Laura RS dijo...

Que bueno Ines, es fantástico y veo que te lo pasas genial! Que momento más bonito el de la chica, no???

Besos y espero que sigas disfrutando.

Un abrazo,
Laura
____________________________
http://www.viajealatardecer.com
http://madridallabout.blogspot.com

Ines_tables dijo...

qué maja es la gente que se pasa por este blog!
Pues sí, me lo pasé muy bien. Fue uno de esos días que se recuerdan con cariño y al que volvería en cualquier momento.
Hoy me he enterado de que mo próximo destino va a ser Bielorrusia, ahí le regalaré el pasador del pelo a una chica que me caiga bien.
Un saludo, viajeros.