También puede que influya el hecho de que son muy guapos –y guapas-. ¿Cómo se puede estar moreno y tener el pelo rubio platino natural? Es verdad que también se ve algún vikingo con barba y barriga al que sólo le falta beber cerveza de un cuerno; pero en general sorprende la belleza de esta gente.
El nombre de su capital, Copenhague, viene de kove, que significa “comprar” y havn, “puerto”. Y es que se encuentra en un lugar estratégico entre el Mar Báltico y el Mar del Norte, en la isla de Sjelland. Tiene un millón y medio de habitantes y más de 1000 años de antigüedad con plazas adoquinadas y es la sede de la monarquía más antigua del mundo. A pesar de todo, es una ciudad muy moderna y cosmopolita, así como increíblemente limpia –si ves una mancha en un edifico, avísame-.
Nada más llegar, me pareció una ciudad un poco alocada; en el centro de Copenhague, junto al ayuntamiento y la estación, hay un parque de atracciones. Nunca había visto eso.
Además mi visita coincidió con el estreno de la nueva de Harry Potter, por lo que mucha gente iba disfrazada de sus personajes.
El parque de atracciones Tivoli tiene 108 años de antigüedad. Jardines muy cuidados, atracciones, restaurantes y conciertos. Su atracción más nueva es el Himmelskibe, un tiovivo de 80 metros de altura. Nos quisimos montar, pero el tícket cuesta 10 euros. Total, para estar un ratico dando vueltas; me cuesta lo mismo que un vuelo Düsseldorf- Riga que me acabo de comprar. La entrada al recinto cuesta 85 coronas, pero se pueden adquirir reducciones en el barco para pagar un 10% menos.
También hay dos atracciones bastante bestias; La torre dorada y Vértigo. Abajo, las restricciones para montarse y un video para que veáis lo que es un centrifugado de tripas –danesas-.
Por la noche hay conciertos: la gente bebe, baila, muy preocupados no parecen. Puede que sí sea el país más feliz del mundo.
Otra zona muy bonita de Copenhague es la calle de Nihavn, un canal rodeado de casitas de colores y restaurantes, en donde parten los barcos turísticos. Antiguamente era una zona destinada a marineros sin trabajo, prostitutas y borrachos. Hoy en día es una de las mejores zonas. Aquí cenamos un plato de salmón y una cerveza Tuborg; y embelesada con la belleza del lugar,perdí mi paraguas -no sé ni dónde ni cuándo-.
La gran Rådhuspladsen (plaza del ayuntamiento) se encuentra en el extremo este de la zona central. Desde aquí parten una serie de calles peatonales (Strøget) que se extienden hasta Kongens Nytorv (Plaza Real).
El palacio de Christiansborg, Slotsholmen, es la sede del parlamento danés. Para entrar hay que calzarse unas babuchas, no vaya a ser que se estropee el suelo.´
La casa de verano del rey Christian IV (siglo XVII), actualmente llamada Palacio o Castillo de Rosenborg es otra de las visitas obligadas de Copenhague. Aquí se encuentra, dentro de una cámara acorazada, el Tesoro Real, con las joyas de la Reina y las Coronas Reales.
El Palacio de Amalienborg es la residencia de la familia real danesa. Está compuesta por cuatro edificios de estilo rococó, como residencia de diferentes familias de la nobleza danesa. Se convirtieron en residencia real en 1794 cuando un incendio destruyó el Palacio real de Copenhague. La Familia Real danesa lo usa como residencia de invierno.
Justo a éste, se encuentra la iglesia Frederik.
Pero a mí me gustó otra iglesia, Vor Frelsers kirke, en la que se puede subir hasta la bola de la punta de su curiosa cúpula con forma de espiral. Los días siguientes tendríamos agujetas y allá arriba, se me cayó el segundo paraguas. Esta es la historia de c#omo pude perder dos paraguas en un fin de semana.
Desde aquí se tienen unas vistas de la ciudad entera.
Muy cerca, en el bario de Christianshavn, se encuentra la mayor atracción turística de Copenhague: La ciudad libre de Christiania, a la que le dedicaré un post a parte; pues según el cartel de la entrada, Christiania no pertenece a la Unión Europea. Mantienen un status semilegal de comunidad independiente; y los Chritianianos tienen sus 34 hectáreas bien montadas; bares tiendas, exposiciones, un lago, su propia cerveza ecológica y cómo no, marihuana.
Por último, la sirenita, símbolo de Copenhague.
La leyenda cuenta que los cantos de las sirenas embrujaban a los hombres del mar. En Copenhague, un humilde pescador fue sucumbido por la voz de una joven sirena mientras realizaba su faena.
La Sirenita renunció a su inmortalidad a cambio de poseer el aspecto de una mujer. De esta forma, conseguiría mantener el amor de su príncipe. Este mito ha ido transmitiéndose de generación en generación hasta que el escritor Hans Christian Andersen escribió en 1837 el cuento de La Sirenita tal y como hoy lo conocemos.
En 1913, el magnate cervecero danés, Carl Jacobsen le encargó a Edgar Eriksen la escultura de La Sirenita. Eriksen se inspiró enla cara de la bailarina danesa Ellen Price, figura destacada del Ballet Real. Pero a ésta no lo iba lo de posar en pelotas y Eriksen tuvo que convencer a su propia esposa.
Chorradica del viaje: cercadel hotel estaban construyendo una noria -fuera del parque de atracciones-, y cada vez que pasé por ahí le hice una foto. Empezaron y terminaron la noria en dos días, eso sí que es eficacia!
Aunque sea una ciudad cara, un Eramus me recomendó unos bares más que asequibles:
-Los jueves existe la opcion barata de Retro bar y Moose por 20-21 kr diarias. La discoteca el Kulor bar que por 60 kr hay barra libre de cervea de 11 a 1 pero no es un sitio muy local, es de erasmus y de "chavaleria" de 18-19. Mientras no haya que pagar 7€ por la cerveza, cualquier oferta es bienvenida.
3 comentarios:
Hola guapísima:
Con los hombros jodidos (uyss que palabrota) de mi aventura en león, escribo para decirte que...
Peeeeeeeeeedazo de poooooooooooost
lleno de datos interesantes, y lo de los 10 eurakos a Riga, dime como se haceeeeeee.
Cuidate y disfruta Inés.
Saludicos desde Zaragoza
Miguel
hola, estoy de acuerdo con casi todo. Seguramente coincidimos algunos dias en la ciudad, pues yo tengo la foto de la noria al completo. Des de el 1er dia al ultimo, con vagonetas puestas. Todas blancas i 1 de negra, la VIP. Fotos tomadas desde el tivoli. Quisiera añadir lo refrescante que era cada dia ver el termometro de la plaza del ayuntamiento que nunca pasava de los 20 grados en pleno verano. Tambien recomendar una visita a la azotea del Gran Hotel, pues las vistas son immejorables.
Espero que como nosotros hayais pasado unos dias agradables en la capital danesa.
A ver si en el proximo viaje tambien coincidimos.
emma
Me encanta cómo escribes y los buenos datos que das en general. Yo tengo un blog también, se llama www.vacacionesfeliceseinolvidables.wordpress.com. Saludos!
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